domingo, 5 de septiembre de 2010

Ludopatía

Algo que me ha impresionado al conocer la noticia esta mañana.

Hay un tipo, cuyo oficio desconozco pero que le retribuye diariamente, que viene al bar muchas veces (aunque no todos los días). Esta persona tiene dos hijos y un montón de deudas que pagar (lo sé por sus constantes "lloros"). No obstante, eso no le impide jugar a la máquina tragaperras.

Así es, el señor cuyas iniciales son "Q.B.B.", juega cada tarde-noche a la máquina tragaperras, dejándose una cantidad de dinero comprendida entre los 20 € y los 120 €, en cada ocasión. Cuando se le acaban los billetes, saca más y más, casi siempre en monedas pequeñas. Recuerdo en una ocasión, echó hasta una serie NUEVA de monedas en euros del año 2001. Una serie cuya bolsa nunca había sido abierta y que en uno o dos años más habría triplicado su valor (para coleccioistas).

Han venido varios acreedores buscándolo (nada chungo, siempre logra pagar, pero siempre tarde).

Hace dos noches echó 60 €. No obteniendo nada y pidiéndonos que le mantuviéramos la máquina apagada. Se la apagamos durante todo el día de ayer hasta que volvió por la noche y echó 60 € más. De nuevo sin obtener nada.

La verdad, me enfermiza este comportameinto. Alguien que tiene que mantener a dos criaturas y que no saca para comer, que se juegue de ese modo lo poco que saca cuando las posibilidades de ganar son inferiores al 10%.

Pero esto no es todo. Al parecer, según contaba hace más de un año, su actual mujer ya lo puso de patitas en la calle por este mismo asunto. Era adicto al juego en su juventud y juró no volver hacerlo para poder regresar con ella. Pero vuelve a las carga.

A veces, cuando ya ha echado ua cantidad importante, intento hablar con él. No me importa que tal o cual juegue para perder, cada quién con su vida que haga lo que quiera. Pero me sabe tremendamente fatal que una persona con tantos cargos familiares se esté jugando su salud y la de los que lo rodean de una forma tan estúpida.