lunes, 11 de octubre de 2010

Cani hijo de puta.

Hoy ha sido uno de esos días donde todo e que viene trae billetes. Voy a poner en forma de diálogo.

Entra un tío al bar, por su vestimenta y modo de caminar he deducido rápidamente que se trataba de un Cani de mierda. Se produce el diálogo (en idioma Cani, si queréis entenderlo omitid las haches).

-Hcámbihame "pah" tabhaco.
-No tengo cambio, lo siento, no me queda.
-"Pohs" damhe unha bohtella dhe aghua grahnde.
-No puedo dártela porque no puedo cobrarte.
-¿Qhuhéh?
-Que no puedo venderte nada porque no me puedo cobrar.
-"Pohs" nho séh "pah" qhuhéh tihenes uhn bhar...
-A cambiar al banco.
-¿Qhuhéh?
-Que a cambiar se va al banco y esto no es un banco.
-Nho mhe htoquhes lohs hhhuevhos qhuheh teh chorto hel hcuello yh teh enhtierro bhoca habajo...

En este momento pienso que la gente que está en el bar disfrutando de su cena no debería presenciar masacres verbales o físicas y le digo "ale va..." (en tono de "tienes razón, ve con dios").

Cuando pasa por la ventana del bar (calle arriba) dice "cohmhemhihehrdhash", entonces yo pienso en salir a la alle y hacerle ver las cosas como son, diciendole "y a mi qué me importa que me entierres boca abajo si ya estaré muerto".

Debo decir que llevo años sin tratar con Canis. Desde mis tiempos mozos cuando mis excolegas y yo nos dedicábamos a cazar a los que no eran como nosotros. (época de la que no estoy para nada orgulloso). No obstante la falta de entrenamiento para hablar con ellos se nota...

hay que tener un master para no cagarla. Esta gente te arma un pollo por una coma mal colocada en una conversación verbal.