martes, 29 de marzo de 2011

Para mi niña.

Mírame.
He venido como siempre.
No habrá viento ni marea.
Que me aparten de tu vera.

Jamás volaran las nubes del cielo.
Si tus lágrimas no pudiera ahogar…

Ni esta niebla ni la lluvia.
Me sumirán en desaliento.
Contigo estaré, muera el tiempo en el día de ayer.

Pues hoy mi sangre callará.
Sólo por amor.

Viviré, para siempre contigo estaré.
Mi pasión es tu vida.
Te daré lo que el mundo no pueda tener.
Por estar junto a ti en la eternidad… en la eternidad.

Siénteme como tantas otras veces.
Que estas lágrimas que hoy sufren rieguen todo el desaliento.
Lo hagan desaparecer por completo.
Y en tu oscura lid, vislumbres mi luz.

Tiemble el suelo o ruja el mar.
Arda el cielo hasta quemar todo este rencor.
Doy mi vida por tu dolor.

Cerrazón crepuscular en mi corazón.

Viviré, para siempre contigo estaré.
Mi pasión es tu vida.
Te daré lo que el mundo no pueda tener.
Por estar junto a ti en la eternidad… en la eternidad.

.

.


Saurom