domingo, 12 de septiembre de 2010

¿Por qué mentir?

¿Para qué se nos hace creer que somos importantes para alguien?

Hace unos segundos he podido observar como todo en lo que creía respecto a una persona se derrumbaba. Para mí es difícil de pensar, y mucho más de creer.

Una persona que te trata como un gran amigo, que sale contigo a menudo, con quienes pasas grandes momentos de tu vida. Esa persona por quien lo darías todo sin esperar nada a cambio. La misma persona que dice cosas de ti a tus espaldas (por mostrar algo de sentido común) y a quien das asco (literalmente). Esa persona que se aprovecha de ti constantemente, que te busca cuando no tiene nada que hacer y quien luego te olvida totalmente.

¿Y qué hay de los hermanos? ¿Es mucho pedir que guarden un poco de compostura ante un establecimiento público que debemos regentar?

¿Qué ocurre cuando "accidentalmente" descubres que "tus amigos" están planeando dejarte fuera de algo que están haciendo, y lo que realmente piensan de ti? Pues que todo lo que tenías planeado para con ellos se va a la puta mierda. Que descubres que todo cuanto te han dicho ha sido parafernalia pura. Una puta sobredosis de demagogia barata de la que has sido víctima. Todo esto mientras te decían lo mal amigo que fuiste, pero lo "importante" que eras ahora para ellos.

Es entonces cuando decides extinguir toda relación con esas personas. Sabiendo que las vas a extrañar y que puedes llorar durante varias noches. Aunque ese néctar no sea nada que no haya probado ya.

1.- Los borras de la lista de contactos en MSN.
2.- Los borras de Tuenti.
3.- Los borras de Facebook.
4.- Los borras de tu mente mientras maldices cada momento que has pasado con ellos.
 
Al menos, hasta que se te pasa el enfado, es preferible eso que discutir.

Pero sabes que ellos volverán a hablarte cuando se queden solos. Y sabes que tú les volverás a hablar. Sabes que volverás a caer en ese pozo, entrada a un mundo de fantasía donde quienes te rodean te hacen ver que te quieren. Volviendo de nuevo, a la aceptación de esos engaños sin que te des cuenta.

Luego te quedas en la cama, pensando... ¿Habrá sido todo otro truco?

Organización del Blog.

Como ven, las entradas del blog tienen varios colores. Procedo a explicarlos.

-Amarillo: Entradas de quejas, básicamente. Entradas donde pongo aquello que no me agrada, o lo que me desquicia.
-Azul: Entradas que no son se quejas. Entradas donde comento algo sin quejarme de ello. Entradas donde cuento micro historietas.
-Naranja: Entradas de Historias. Este color deja de verse. Se acabaron las historias por el momento.
-Verde: Entradas informativas. Entradas donde informo a los lectores sobre cambios en el Blog.

-Colores varios dentro de una entrada: Remarcar algo, discernir personajes en un dálogo.

¿Qué es un amigo?

Yo he pasado toda mi vida solo. Jamás he tenido un amigo en toda mi infancia. Solía juntarme con los profesores en los recreos. Con los que me daban clases y con los que no. Interactuaba con ellos. Les preguntaba lo que no entendía. Yo los veía como dioses. Dioses que me otorgaban el don del conocimiento. Y eso me fascinaba. Prefería eso que salir a jugar a futbol.

Yo ya sabía dividir cuando mis compañeros empezaban a restar. Yo ya hacía polinomios cuando mis compañeros empezaban a hacer raíces cuadradas. Yo ya conocía la fórmula del volumen de una Pirámide Truncada cuando mis compañeros empezaban a calcular el área de un círculo.
 
Mis compañeros solo se acercaban a mí cuando necesitaban mi ayuda.

Todo esto derivó en un aumento de marginalidad mostrado por mis compañeros. Pasé el instituto igual que el colegio. Solo. Yo nunca supe lo que era un "amigo" hasta mis 16 años.

Empecé a salir con tres o cuatro tíos (dependiendo del día) a todas partes. Hacíamos de todo (hasta huir de la policía). Siii, era la mejor etapa de mi vida, por fin tenía amigos.

Tras cuatro años de "amistad" vi la luz. Solo me utilizaban, igual que mis compañeros de clase. Rápidamente me deshice de ellos, no estaba dispuesto a seguir siendo un juguete. Pero algo ocurrió, me llamaron. Tras un tiempo me llamaron preguntando si quería volver con ellos. Y yo, pobre idiota desesperado por conseguir una vida normal, como la del resto del mundo, accedí.

Todo fueron desastres. Sus acusaciones se abalanzaban sobre mí. Unos me hablaban mal de otros, y con los otros igual. Yo me encontraba en medio, el grupo estaba divido. Bueno, teóricamente, porque cuando nos juntábamos, todos eran hermanos. Días más tarde descubrí que todo cuanto había contado a uno de ellos, a quien consideraba ya mi hermano, había sido difundido entre el resto del grupo. Yo no tenía un puto secreto para nadie ya. Todos me conocían a la perfección y se aprovechaban de ello.
 
Decidí distanciarme de ellos de por vida.
 
Durante ese tiempo conocí a gente de mi localidad, de mi comarca y de mi país; así como gente de la otra punta del mundo con quienes mantengo una relación activa. Yo no quiero ver a nadie como un amigo. Para mí ese concepto no existe. Temo que me vuelvan a penetrar brutalmente sin vaselina.

Para mí la amistad no existe. Para mí es un cuento divulgado por la Iglesia, o por alguna entidad gubernamental o no. Yo a esa gente los llamo amigos, aunque nunca los podré ver como tales. Y no es cuestión de confundirse, son personas de gran importancia para mí.

¿Callarse o decir las verdades? ¿Y con quién?

En innumerables ocasiones de mi existencia, me veo obligado a callarme todo cuanto pienso de ciertas personas. En otras, sin embargo, tiendo a creer tal confianza que no veo nada malo en decirlas. Y es entonces cuando todo se va a la mierda.

Yo creo que diciendole a "E.R.A." lo que pienso de él solo me traerá problemas laborales. Mientras que diciendoselo a otras personas, con quienes creo compartir cierto grado de confianza y a las cuales les falta una buena dosis de madurez, no me traerá ninguna contrariedad.

Nada más lejos de la verdad.

Ayer mismo extinguí por voluntad propia toda relación con uno de mis "amigos" (dícese de persona con quien se cree tener un alto grado de confianza). Cometí el error de decirle una verdad.

Yo creía que alguien con una edad comprendida entre los 16 y los 50 años debería ser capaz de asimilar cualqueir cosa que se le comente de una forma seria y objetiva. Pero veo que no, empiezo a reducir ese periodo de edad. Ahora creo que la asimilación de cualqueir cosa que se comente de una forma no abstracta viene comprendida entre los 48 años y los 48 años y dos días.

No se, a mi me gustaría que me dijeran todas las verdades que dejo mostrar. Es decir, que me digan todos mis errores, mis fallos, mis puntos debiles, mis faltas diarias. Resumiendo: me gustaría que me dijeran todas las cosas malas que hay en mí.

Eso solo me haría mejorar.

Nunca es suficiente.

En muchas ocasiones de mi vida diaria me veo obligado a elegir entre un NO y otros diez mil NO.

Sí, a la gente no le basta con preguntar las cosas una sola vez..., no... Tienen que reiterarse una y otra y otra y otra y otra hasta que te tocan definitivamente los cojones y revienta, desembocando en malas palabras, gritos y demás.

Mi madre es experta en este término. Hace escasos minutos:

-Toma, un helado.
-No quiero.
-Va, cógelo.
-Yo nunca como helados.
-Te lo he traido a posta.
-...
-Itzier... Cógelo.
-...
-Vamos, se me cansa el brazo.
-... (cojo el helado y lo dejo caer en el suelo)
-Dámelo.
-Cógelo tú.
-Tú lo has tirado.
-Yo no lo quería.

(el helado viene con su envoltorio individual).

¿¿Realmente es muy dificil entender el significado de la palabra monosilábica "NO"??, según la RAE:
1.- Para negar, principalmente respondiendo a una pregunta.

¿Cuándo bastará un simple NO para una respuesta donde se requiera una respuesta corta? ¿Cuándo me caerá esa breva?